viernes, 17 de septiembre de 2021

VIDA - ALFONSINA STORNI

MIS NERVIOS están locos, en las venas
 la sangre hierve, líquido de fuego
 salta a mis labios donde finge luego
 la alegría de todas las verbenas.
 Tengo deseos de reír; las penas
 que de donar a voluntad no alego,
 hoy conmigo no juegan y yo juego
 con la tristeza azul de que están llenas.

El mundo late; toda su armonía
 la siento tan vibrante que hago mía
 cuando escancio en su trova de hechicera.

 Es que abrí la ventana hace un momento
y en las alas finísimas del viento
 me ha traído su sol la primavera. 

(ALFONSINA STORNI)

100 VERSOS Y OTROS PROBLEMAS - Poesía que no es poesía (Leal Cruz, Eduardo)

Castígame,
con el látigo de tu indiferencia,
con el rencor de tu mirada, 
con la espada de tu desprecio,
pero no me entregues al olvido
pues sería lo mismo 
que sentenciarme a muerte.
(Leal Cruz, Eduardo)

IV Leal Cruz, Eduardo.

Niña, eres el fantasma que sigo en mis noches de insomnio,
has robado mi corazón con una mirada
y pareces negarte a devolvérmelo;
me obligas a perseguirte a los más profundos abismos,
niña, yo te seguiré a los infiernos si me lo pides...
...pero no me niegues la esperanza de poder amarte.
(Leal Cruz, Eduardo)

EL DIVINO AMOR - ALFONSINA STORNI

EL DIVINO AMOR

TE ANDO buscando, amor que nunca llegas,

Te ando buscando, amor que te mezquinas,

Me aguzo por saber si me adivinas,

Me doblo por saber si te me entregas.

Las tempestades mías, andariegas,

Se han aquietado sobre un haz de espinas;

Sangran mis carnes gotas purpurinas

Porque a salvarte, oh niño, te me niegas.

Mira que estoy de pie sobre los leños,

Que a veces bastan unos pocos sueños

Para encender la llama que me pierde.

Sálvame, amor, y con tus manos puras

Trueca este fuego en límpidas dulzuras

y haz de mis leños una rama verde.

(ALFONSINA STORNI)

miércoles, 15 de septiembre de 2021

Últimos días - Valentín Villalón


"¿Que cómo me encuentro?
Postrado en la cama,
observando mi piel amarilla
y mirando mis uñas moradas
viendo acercarse a los míos
y salir corriendo hacia la otra sala
y con el pañuelo ahogando
un sollozo secarse las lágrimas.
Oyendo los ruidos, que
como voz de vida lanza la mañana,
y escuchando en la noche
a los perros en eternas ladras.
Esperando que Dios en el cielo,
le diga a la Parca:
Acércate y corta,
dile que ya basta."
(Villalón, 2013)

Federico García Lorca - Canción Primaveral.

"I
Salen los niños alegres de la escuela, poniendo en el aire tibio del abril, canciones tiernas. 
¡Qué alegría tiene el hondo silencio de la calleja!
Un silencio hecho pedazos por risas de plata nueva.
II
Voy camino de la tarde entre flores de la huerta, dejando sobre el camino el agua de mi tristeza. 
En el monte solitario, un cementerio de aldea parece un campo sembrado con granos de calaveras. 
Y han florecido cipreses como gigantes cabezas que con órbitas vacías y verdosas cabelleras, pensativos y dolientes el horizonte contemplan.
¡Abril divino, que vienes cargado de sol y esencias, llena con nidos de oro las floridas calaveras!"
(García, s.f.)

El tiempo no se recupera

UN SOL - ALFONSINA STORNI

UN SOL

MI CORAZON es como un dios sin lengua,

Mudo se está a la espera del milagro,

He amado mucho, todo amor fue magro,

Que todo amor lo conocí con mengua.

He amado hasta llorar, hasta morirme.

Amé hasta odiar, amé hasta la locura,

Pero yo espero algún amor natura

Capaz de renovarme y redimirme.

Amor que fructifique mi desierto

Y me haga brotar ramas sensitivas,

Soy una selva de raíces vivas,

Sólo el follaje suele estarse muerto.

¿En dónde está quien mi deseo alienta?

¿Me empobreció a sus ojos el ramaje?

Vulgar estorbo, pálido follaje

Distinto al tronco fiel que lo alimenta.

¿En dónde está el espíritu sombrío

De cuya opacidad brote la llama?

Ah, si mis mundos con su amor inflama

Yo seré incontenible como un río.

¿En dónde está el que con su amor me envuelva?

Ha de traer su gran verdad sabida...

Hielo y más hielo recogí en la vida:

Yo necesito un sol que me disuelva.

(ALFONSINA STORNI)


Hacia el olvido - Valentín Villalón

"Definitivamente terminamos.
Definitivamente son recuerdos.
Definitivamente ya archivamos,
aquí dejo mis versos.
Definitivamente  me has juzgado.
Recibo entristecido mi suspenso,
bogando hacia el olvido van mis versos.
Como imágenes borradas por la noche
    quedarán en la noche de los tiempos.
Como las hojas, que de un árbol,
se pudren en el agua y en el cieno,
así olvidados...
Sin alcanzar siquiera ser impresos.
Definitivamente hacia el olvido.
¡Bogando hacia el olvido van mis versos!"
(Villalón, 2013)

A un álamo del arroyo de la higuera. Valentín Villalón Benítez.

"Nacido en una fuente,
a un costado del pueblo,
junto a pequeñas huertas
discurre un arroyejo.
Al borde, en sus orillas;
junto a los chopos frescos
que prestan su verdor
a los secos barbechos,
cerca ya de la tapias,
casi pegando al pueblo,
frente a una noria hundida
hay un álamo viejo.
Está solo, cansado,
agotado y enfermo.
Tiene ramas podridas
junto a muñones secos,
y entre sus pocas hojas
nos muestra su esqueleto..."
(Villalón, 2013)

Federico García Lorca - LLUVIA Enero de 1919. (Granada.)

"La lluvia tiene un vago secreto de ternura, algo de soñolencia resignada y amable. Una música humilde se despierta con ella que hace vibrar el alma dormida del paisaje.
Es un besar azul que recibe la Tierra, el mito primitivo que vuelve a realizarse. El contacto ya frío de cielo y tierra viejos con una mansedumbre de atardecer constante.
Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores y nos unge de espíritu santo de los mares. La que derrama vida sobre las sementeras y en el alma tristeza de lo que no se sabe.
 La nostalgia terrible de una vida perdida, el fatal sentimiento de haber nacido tarde, o la ilusión inquieta de un mañana imposible con la inquietud cercana del dolor de la carne.
El amor se despierta en el gris de su ritmo, nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre, pero nuestro optimismo se convierte en tristeza, al contemplar las gotas muertas en los cristales.
Y son las gotas ojos de infinito que miran al infinito blanco que les sirvió de madre.
Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio y le dejan divinas heridas de diamante. Son poetas del agua que han visto y que meditan lo que la muchedumbre de los ríos no sabe. ¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos, lluvia mansa y serena de esquila y luz suave, lluvia buena y pacifica que eres la verdadera, la que amorosa y triste sobre las cosas caes!
¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas almas de fuentes claras y humildes manantiales! Cuando sobre los campos desciendes lentamente las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.
El canto primitivo que dices al silencio y la historia sonora que cuentas al ramaje los comenta llorando mi corazón desierto en un negro y profundo pentagrama sin clave.
Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena, tristeza resignada de cosa irrealizable. Tengo en el horizonte un lucero encendido y el corazón me impide que corra a contemplarle.
¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman y eres sobre el piano dulzura emocionante. Das al alma las mismas nieblas y resonancias que pones en el alma dormida del paisaje!"
(García, s.f.)